
Los chicos con Marcelino, el mema de la escuela (mema: maestro especial para la modalidad aborigen).
(C)Manuel Fernández Vidal - Amnistía Internacional.

Formados para izar la bandera.
(C)Manuel Fernández Vidal - Amnistía Internacional.

Chocolate y galletas para todos. Después, fútbol y locro.
(C)Manuel Fernández Vidal - Amnistía Internacional.
[10 am] Juan viene por nosotros para llevarnos hasta Oñeedi, un lugar situado a las afueras de Las Lomitas. Allí hemos acordado realizar la reunión con la Federación Pilagá y con la Interwichí, una organización que agrupa 8 comunidades wichí de la zona. Juan nos ha traído ayer y hoy nuevamente ha venido por nosotros después de 2 horas de recorrido en cada viaje. A él, desde aquí, nuestro agradecimiento. César, Baloi y Omar son las personas que la comunidad ha escogido para viajar a Buenos Aires a realizar la presentación del informe de Amnistía Internacional sobre la lucha de El Descanso.

César, líder de la comunidad de El Descanso.
(C)Manuel Fernández Vidal - Amnistía Internacional.

Preparados para partir rumbo a Oñeedi.
(C)Amnistía Internacional.
El viaje es largo, hay mucha tierra. Encontramos una corriente más crecida que nos retrasa un poco. En el camino al pasar por la comunidad kilómetro 14 recogemos a Saturnino, Elba y Martin las personas que la Federación Pilagá ha escogido para viajar a Buenos Aires. También algunas personas, mujeres y hombres que quieren participar en la reunión. Las cocineras traen a sus hijos y la olla. [Oñeedi] En Oñeedi viven varias familias pilagá que no tienen título de propiedad sobre las tierras que habitan. Ninguna familia tiene viviendas de ladrillo, no hay salón comunitario ni escuela ni pozos de agua, pocos árboles y poca sombra para una reunión que comienza casi a las 12. Oñeedi es el lugar en donde en 1947 la gendarmería nacional masacró a un número indeterminado de pilagás, hombres, mujeres, niños y ancianos. Sobre la masacre de Rincón Bomba, al igual que sobre muchas otras sufridas por los indígenas en argentina, los pilagá y el resto de los argentinos aún merecemos y necesitamos verdad y justicia. Hasta entonces, los pilagá de Oñeedi siguen viviendo como “intrusos” en las tierras que irónicamente son propiedad de gendarmería nacional.