Actúa! Firma la acción.

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Defendé los derechos de los indígenas de la comunidad El Descanso.

De Retiro a Formosa


(c) Amnistía Internacional

[En retiro] Un hombre se dirige erguido por el andén de los buses en retiro. Su sonrisa se asoma por detrás de los carritos de los panchos, el humo, las colillas de los cigarrillos, las palabras permanentes de los altavoces. Una mujer se despide con ternura de su amante. Un abuelo fuma sentado su aburrimiento y tres chicas celebran la banda sonora de su viaje a la rioja. Mientras tanto, esperamos que llegue el colectivo que en 14 horas nos dejará en Formosa; allí permaneceremos unas horas en la terminal a la espera de un colectivo que tomando la ruta 81 nos lleve a pozo del tigre o las lomitas. [msj:: 21:30 ]Escribe un amigo toba que vive en el barrio toba de Namqom de Formosa. Me dice que la policía acaba de detener a su hijo no sabe muy bien como ni porque. No viven juntos. Ya están averiguando que fue paso. Es habitual, dicen en el barrio. Jóvenes, indígenas, muchos de ellos sin trabajo, son el blanco perfecto de el estigma y la discriminación, de los prejuicios [Juan nos espera en tigre] Juan está en Pozo del Tigre esperando nuestra llegada. Hace unas tres horas me envío un mensaje preguntando cuando viajaríamos a El Descanso. Estuvimos “mensajiando” porque él andaba preguntando cuantos íbamos, si cabía gente, si teníamos lugar. Juan vive en El Descanso hace ya varios años, después de que se casó con María quien falleció hace unos tres meses, dejando a Juan y a cuatro hijos. Los cuatro están hoy con Juan en Pozo del Tigre en la casa de su abuela. Un poco porque la señora está enferma y necesitaba de Juan, otro porque Juan, después de que su madre ya se había recuperado no tenía los 200 pesos para pagar un remis al descanso ni muchas otras posibilidades de viajar. Juan entonces nos espera y espera poder irse con nosotros para el descanso. También está Baloi en Pozo del Tigre. Hace un mes viajo para comprar una moto para su familia y en el almacén le dijeron que llegaba a fin de mes. Baloi entonces decidió quedarse en la casa de su tío. Eso es bueno. Siempre hay un lugar donde llegar. Lo difícil son los medios para ir. Pero las cosas hoy son así. Con un territorio tradicional partido en pedazos por los procesos de colonización, la modernización, las rutas, la geografía catastral y la especulativa, los pilagá con parientes en todas partes van y vienen haciendo dedo, aprovechando las camionetas de ongs, funcionarios y viajantes. Ir y venir, estar en varias partes, tener familia en todos lados… de esa y de muchas otras formas, ese territorio tradicional de los pilagá, constituido también por lazos de parentesco, se sigue construyendo hoy en día, todos los días. [poniéndonos de acuerdo con otros amigos en las lomitas] Después están otros amigos en las Lomitas. Gente que trabaja hace muchos años allí. Juan, Diego, Pablo, Gustavo, personas que van y vienen entre Pampa del Indio, Resistencia, Buenos Aires, Formosa, acompañando a los pilagá en sus procesos. En algunos casos son años, en otros son décadas de estar ahí, ver crecer los niños, ver que las cosas no cambian o que cambian de a poco, o que cambian de maneras imperceptibles y de intentarlo. De intentar cambiarlas, de intentar ver, de intentar entender. Tareas permanentes. Con ellos tenemos aún que ponernos de acuerdo sobre cómo y cuándo ir a El Descanso. Tenemos aún que averiguar si hay paso en la ruta que va de las lomitas a El Descanso. 80 kilómetros hacia el norte, muchos de los cuales atraviesan el bañado la estrella y que están flanqueados al comienzo por algunas comunidades pilagá (oñedi, kilometro 14, campo del cielo), el lugar donde en 1947 ocurrió la masacre de rincón bomba y un numero incierto de pilagá fueron masacrados, propiedades de no indígenas, un puesto de la policía forestal, el bañado. [Obras son amores] Después de las obras que realizaron en la ruta 28, el paisaje ya no es el mismo. De plantas no sé pero muchos dicen que son árboles muertos o muriéndose por la inundación. La gente recuerda que las obras se hicieron para facilitar el paso y garantizar la movilidad. Remiseros y vecinos lo recuerdan a modo de reclamo. Esa idea de que los derechos no se ejercen porque la gente vive lejos, porque el hospital y los centros educativos están en las ciudades… esas ideas sustentan obras que dicen hacerse a favor de la gente y damnifican gente, les inundan sus tierras, las desplazan... esas ideas sustentan obras como esta. Hoy, la ruta 28 se sigue cortando. En días pasados se anunciaron obras nuevamente para la ruta 28. Ahora será pavimentada. En las noticias que circulan se contabilizan la cantidad de personas que se verán beneficiadas con las obras de pavimentación. Seguramente llegarán turistas al bañado dicen en Las Lomitas algunos comerciantes que decoran sus negocios con la flora y fauna del bañado. No sé si en el número total de beneficiarios fueron incluidos los pilagá de El Descanso y Pozo Molina. Lo que es claro es que para los pilagá obras como esta son como contratos con letra chica. Con el asfalto vendrán inversores, la presión especulativa, los desalojos por la fuerza o la pobreza. Y aun con ruta refaccionada, pavimentada y modificada Juan y Baloi se seguirán quedando en tigre o las lomitas a la espera de las oportunidades para seguir yendo y viniendo, algunos de sus parientes tendrán que esperar los actos políticos o las visitas de las ongs para poder ir al hospital porque cuando llaman a la ambulancia siempre dicen que “está rota” o esta “en otra parte” o morirse por enfermedades curables [msj 22:30] Martin vive con algunos de sus familiares en Santo Domingo. Una comunidad toba que queda al sur de Subteniente Perín, al norte del Bermejo y a algunos kilómetros de las otras comunidades tobas riacho de oro y san Carlos. Martin me pregunta si nos veremos el martes en Ibarreta. Le confirmo que sí, que la reunión sigue prevista. Martín quiere espacios donde contar su historia, la de su familia. En el 2006, contaba Martin en otro viaje, unos empleados de una vecina criolla quemaron sus viviendas, colchones, alimentos, la radio, todo, un día en que no había nadie. Querían obligarlos a salir de ahí. Ellos se niegan, tienen ahí su cementerio, los horcones de las casas de sus padres. Esa es la historia que Martin necesita contar [Abril pilagá] A varios amigos pilagá los encontramos ayer en la presentación del Octubre Pilagá, la obra de Mapelman que están pasando en el bafici y que habla de la masacre de rincón bomba sobre la que mucho no se habla. Al joven Juan me lo encuentro a la entrada acompañado de cuatro amigos suyos pilagá que tienen esa cara de jóvenes que se quieren comer el mundo pero les da un poco de miedo. Han venido a estudiar. Están viviendo transitoriamente en la casa de alguien, en Morón, pero necesitan lugar. Están buscando y Juan es su guía. Juan es un joven e pilagá que había venido ya varias veces a buenos aires. Él era (o es, no lo sé) parte de la federación pilagá y era o es (tampoco lo sé) parte del servicio jurídico de los pueblos indígenas, que presta asesoría legal a indígenas de la zona de las lomitas y tigre. Cuando nos conocimos con Juan hace un año estábamos en las lomitas en una reunión. AL terminar le pregunté a Juan, cámara en mano, que era para él la dignidad. Juan, el joven Juan “conocedor” - como dicen ellos- de leyes y acuerdos nacionales e internacionales a favor de los indígenas, me respondió con el silencio y una incómoda sonrisa. Segundos después me pidió que le explique que quería decir esa palabra. Intenté una explicación rápida y clara. “Bueno, es ser tratado con dignidad, con respeto, como una persona, no ser discriminado, tener derechos”. Aliviado, Juan soltó una risa irónica “por eso no conocía la palabra” dijo “porque no sabemos que es la dignidad”. Juan y sus amigos fueron a la presentación de la película pero han llegado tarde, cuando ya ha terminado y solo quedan las fotos y las entrevistas, de Mapelman y los pilagá. Les queda otra oportunidad el domingo. Quien sabe donde andarán si en morón o descubriendo buenos aires.