Exigimos Respeto. Un lema, tres idiomas: Pilagá, wichí y toba.
(C)Manuel Fernández Vidal - Amnistía Internacional.
Todos coinciden en que las tierras y los territorios tienen que ser relevados, cuentan que el gobierno de la provincia de Formosa no quiere escuchar sus exigencias. Que se cumpla la ley, que se cumplan las leyes que ellos, los que gobiernan o legislan, han escrito y firmado. En eso insisten todos. Algunos quieren dar su testimonio frente a una cámara de video que hemos traído. Otros prefieren escribir sus luchas, los efectos de no ser escuchados, de ver sus derechos violados, su cansancio de todo eso. Hace calor, viento norte. Daniel, Gabriel, Juan, Leonardo, Francisco y muchos otros que siempre nos han dado una mano con generosidad, se acercan, animan, saludan. Ya a las 3 y media terminamos la reunión. Nos espera otra reunión con la Interwichí en el Lote 27 un barrio peri-urbano en donde viven muchas familias wichí.
Reunidos en Oñeedi.
(C)Manuel Fernández Vidal - Amnistía Internacional.
Reunidos en Oñeedi.
(C)Manuel Fernández Vidal - Amnistía Internacional.
[Lote 27] Cuando llegamos a Lote 27 ya habían pasado las 4 de la tarde y el sol había bajado apenas un poco. A Lote 27 se entra después de un camino de varios giros por la periferia de Las Lomitas, pasando la escuela y la iglesia que están ubicadas en el costado este, a la entrada. Las casas están muy cerca unas de otras, el camino es de tierra. Mientras la camioneta avanza unos 300 metros a los costados pasan casas de ladrillo, niños descalzos corriendo por todas partes, algunos árboles. Al final de uno de esos caminos está el salón comunitario en donde nos esperan Juan, Mariano, Severiano, tres integrantes de la Interwichí, Francisco y Gabriel del Servijupi, unas mujeres sentadas a un costado, y algunos jóvenes en la sombra de unos árboles. Hay una mesa con un gran equipo de música y unos parlantes enormes. Una computadora. Un balde azul con refresco, termos con agua fresca y dos o tres vasos o mates con tereré.
Líderes wichí.
(C)Manuel Fernández Vidal - Amnistía Internacional.
La llegada de la camioneta anuncia el inicio pronto de la reunión. Hombres y mujeres jóvenes se acercan. Hacemos una ronda presentándonos. Muchos pilagá y wichí no se conocen. De los pilagá que vienen con nosotros la mayoría afirma nunca haber venido a Lote 27. Los anfitriones escuchan con atención el propósito de nuestra visita. El invitarlos a que se sumen a este viaje con sus voces y sus experiencias de lucha por sus derechos. Los wichí responden todos evocando la movilización de abril del 2009. La muerte de dos personas en la ruta, lo que pasó después y que contamos en el informe. Muchos evocan los compromisos de los gobiernos nacional y provincial, y como se fueron desvaneciendo en el tiempo. Cuentan de las amenazas que han recibido y reciben algunos hombres y mujeres de la Interwichí. La “lluvia de cargos” que arrecia estos días intentando vencer voluntades y desarticular las demandas. Federación Pilagá e Interwichí afirman la importancia se sumar esfuerzos, voces, luchas.
Reunidos en Lote 27.
(C)Manuel Fernández Vidal - Amnistía Internacional.
Reunidos en Lote 27.
(C)Manuel Fernández Vidal - Amnistía Internacional.
Ya a las 6 hay más de 30 personas. Algunos parecen no escuchar pero escuchan, sentados un poco más retirados. Los tererés van y vienen, también las palabras de esperanza, también de hartazgo con una situación que debe “terminar de una vez”, dicen algunos, “la falta de respeto” por la cultura, la tierra, las formas de vivir, la lengua, las personas. Leemos el artículo 1 de la declaración universal de los derechos humanos. Aquí, en este lugar y momento parece tan lejano, tan extraño… Oscurece. Ya hay caras cansadas. Los wichí proponen terminar la reunión con una oración hecha por el más anciano. Ya son casi a las 8.
Reunidos en Lote 27.
(C)Manuel Fernández Vidal - Amnistía Internacional.
Vamos a Las Lomitas para seguir intentando enviar estas fotos y estas líneas. La conexión no es buena, Claro debería saberlo. Luego viajamos al Cecazo en Pozo del Tigre en donde nos esperan Ernesto, Marcelo, Teresa y la pequeña Soledad con una cena, una cama cómoda para todos y la misma gran hospitalidad de siempre. Antes de dormir Juan nos regala la oportunidad de ver Octubre Pilagá. Gran impulso para la jornada de mañana. Nos esperan los tobas en Ibarreta a las 10 y el viaje a Buenos Aires a la tarde.
Octubre Pilagá, un regalo que nos hizo Juan.
(C) Amnistía Internacional.
